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domingo, 30 de octubre de 2011

FRANZ XAVER WINTEHALTER

                                                                                                                                                                                 
Autorretrato con su hermano Hermann - 1840 ( Franz sentado )
     


     Tenemos un pintor alemán muy conocido por sus retratos a la realeza confeccionados a mediados del siglo XIX, sobre todo los que le hizo a la emperatriz Isabel de Austria popularmente conocida como Sissi.

     Franz nace en Menzenschwand un 20 de abril de 1805 y deja la vida un 8 de julio de 1873 en Fr'ancfort.

      Su familia era humilde con ocho hermanos de los cuales solo sobrevivieron cuatro, entre ellos Franz, estaría siempre muy unido a ella y sobre todo a su hermano Hermann que era también pintor como él.

      Asistió a la escuela del monasterio benedictino de St. Blasien y en 1818 lo dejó para estudiar dibujo y grabado.

      En Friburgo fue aprendiz de delineante y litógrafo en el taller de Karl Ludwing Schuyler, para que en 1823 y con 18 años marchara a Munich con el apoyo del industrial Barón von Eichtal.

        LLegaría 1825 y el duque de Baden le asigno una asignación económica, lo cual le permitió estudiar en la Academia de Artes de Munich con Peter Cornelius, pasado un tiempo las enseñanzas académicas de Cornelius le incomodaban a Franz, con lo cual provocó que se fuera más al lado del retratista de moda Josep Stieles participando de sus enseñanzas.

        En este periodo se ganaba la vida como litógrafo, pero ocurrió el hecho que se convirtió en el profesor de dibujo de Sofía Guillermina de Suecia en Karlsruhe, lo cual le permitió relacionarse con los círculos cortesanos del momento.


           
La Emperatriz Isabel de Austria - 1864

          La oportunidad de establecerse fuera de Alemania llegó en 1832 cuando el gran duque Leopoldo de Baden le facilitó su apoyo para que pudiera viajar a Italia, llegaría a Roma donde pintó varios cuadros románticos al estilo de Louis-Leopold Robert, además de establecer relaciones con el director de la Academia Francesa Horace Vernet y su circulo de amistades, que le proporcionaría buenos consejos sobre el tema de la pintura.

         Regresó a Karlsruhe donde fue requerido para pintar una serie de retratos del gran duque Leopoldo de Baden y su esposa, lo cual le llevó a que le nombraran pintor de la corte archiducal.

         Estaba situado en una buena posición económica y a pesar de ello se trasladó a Francia donde participaría en los salones artísticos de París, que al principio fueron de influencia italiana al estilo de Rafael,   reportándole buenas críticas y atrayendo mucho la atención de María Amalia de las Dos Sicilias reina de Francia.



Il Dolce Famiente 
El Decamerón


         Pronto en París se convertiría en pintor de la corte del rey Luis Felipe de Francia, que le encargaría los retratos de los miembros de su familia, que a la larga serían mas de treinta encargos, esto le permitió ganarse la fama de buen pintor de retratos dinámicos y aristocráticos, a los retratos les daba su toque de agrado y ostentación de la moda moderna de la época que guayaba mucho.



María Alexandrovna - 1857
   
           No obstante su nueva situación como pintor de corte no solo le trajo buena posición, si no que en los círculos artístico que le habían elogiado durante sus exposiciones en los salones concretamente en 1836, ahora lo rechazaban y decían que no se le podía tomar en serio.

          Esta situación duró prácticamente a lo largo de su carrera condenándo su obra a una categoría propia en la jerarquía de la pintura, intentaría corregir esta situación reconociendo las criticas y haciéndose propósito de volver a la pintura académica, que también dominaba perfectamente y no en vano las críticas favorables le vinieron con cuadros suyos de influencia italiana. Pero su error fué el de instalarse cómodamente en el apartado de pintor de retratos, si es verdad que se hizo famosos con estos trabajos y se enriqueció con los mismos, convirtiéndose en una celebridad internacional que disfrutaba del favor de la realeza con lo que con lleva esto.

          Continuaría en la misma linea y llegaría a su obra maestra en éste género que fue el retrato de la Emperatriz Eugenia titulado " La Emperatriz Eugenia rodeada de sus damas de compañía ", la pintura fue aclamada por el público y fue expuesta en la Exposición Universal de 1853 con gran éxito y hoy sigue siendo la obra mas famosa de Winterhalter.



La Emperatriz Eugenia con sus damas de compañía - 1855


          Tal fué su fama y la cantidad de encargos que tenía, pues muchos eran copias de originales de él , que se vió obligado a contratar numerosos ayudantes para poder cumplir con todos, de forma que no ha habido un pintor que alcanzase tanto patronazgo real como Winterhalter, solo Rubens y Van Dyck trabajaron a estos niveles en cuanto a trabajos internacionales.

          Seguiría viajando para cumplir encargos en Inglaterra, Viena, etc., aunque a medida que pasaban los años y envejecía añoraba cada vez más a su Alemania, a pesar de haber pasado muchos años en Francia y pasó que encontrándose en Suiza descansando, le cogió la guerra franco-prusiana y ya no regresó a Francia si no que se dirigió a Baden y allí se retiró de forma permanente, asentandose en Karlsruhe.

          En un viaje que hizo a Francfort del Meno en el verano de 1873 cogió la enfermedad del tifus, a consecuencia de la misma le llevaría a la muerte el 8 de julio de 1873.

         Podemos hablar de su estilo de pintura que fue progresando paulatinamente y se puede decir también que sus mejores obras las pintó en sus dos últimas décadas, era un pintor que sus trabajos los realizaba directamente sobre la tela, sin bocetos preliminares, quizás se debía a la práctica que había adquirido dibujando y representando figuras.

          Pintaba con pinceladas rápidas pero impersonales con un hacer suave y delicado, el mismo elegía el vestido, las joyas y la postura, así pues es difícil pode encajarlo en una determinada categoría ya que existen pocos pintores como él y de ésta manera no encaja en ninguna escuela específica.

          Su obra fue olvidada después de su muerte con las excusas de que era demasiado romántica, brillante y superficial, no fue hasta época reciente cuando a través de una exhibición en Mational Portrait Gallery de Londres de sus obras, cuando recuperó su popularidad, hoy sus retratos cuelgan de los museos mas prestigiosos europeos y americanos.

          En Madrid concretamente hay al menos dos cuadros suyos en el Palacio de Liria, entre ellos el famosos y destacable " Retrato de Eugenia de Montijo ".



Eugenia de Montijo emperatriz de Francia - 1862


       Sus retratos eran apreciados por su sutil intimísimo, además de su alta calidad.


Madame Barbe de Rimsky-Korsakof - 1864
Pierre-Marie Taillepied - 1847
La siesta - 1841
Der Frühling
Young Italian Girl at the well - 1833/1834
Louis Alexandre Bertier y María Elisabeth Franziska - 1837
Victoria en Louis Philippe
Emperador Frederick II, Victoria, el principe Willians y la princesa Charlotte - 1862
Chalotte emperatriz de México - 1864
Maximillian de México - 1864